Cómo pensamos sobre la edad en las relaciones románticas no es arbitrario, más bien, es un factor crucial que determina cómo abordamos las relaciones, de acuerdo con la psicología evolutiva. Esta se basa en la premisa de que la mente humana ha desarrollado estrategias adaptativas para apoyar la reproducción y la supervivencia (Buss, 2016). En este sentido, desde el punto de vista ancestral, las mujeres se beneficiaron buscando hombres que tuvieran la condición y los recursos para apoyar la crianza de sus hijos y la voluntad de hacerlo. Estos rasgos están vinculados a los hombres mayores. Los hombres, mientras tanto, han desarrollado una preferencia por las mujeres más jóvenes porque su juventud es una señal para la fertilidad.
Esto explica por qué las mujeres prefieren y tienden a casarse con hombres ligeramente mayores, y por qué los hombres tienden a preferir y casarse con mujeres ligeramente más jóvenes. Las grandes diferencias de edad, por lo tanto, a menudo reflejan las preferencias evolucionadas de los hombres por las mujeres más jóvenes y fértiles y las preferencias evolucionadas de las mujeres por los hombres mayores y de alto estatus.
La Universidad Emory de Atlanta ha llevado a cabo un estudio que le ha llevado a descifrar las claves que se encuentran tras la diferencia ideal de edad en una relación de amor.
Tras evaluar a más de 3.000 personas, los investigadores llegaron a la conclusión de que aquellas relaciones con solo un año de diferencia tenían tan solo un 3% de posibilidades de separarse. Sin embargo, a medida que la diferencia de edad entre dos personas que son pareja aumenta, también se incrementan las posibilidades de que la relación acabe rompiéndose. Una pareja con 5 años de diferencia de edad entre sus miembros tiene un 18 % más de posibilidades de separarse, mientras que si la diferencia es de 10 años, el riesgo de acabar separados aumenta hasta el 39%. Asimismo, aquellos casos en los que los integrantes de la pareja se sacan 20 años o más, la probabilidad de ruptura asciende hasta un 95%, por lo que, en estos casos, la pareja tiene muy poco futuro, o al menos así lo reflejan las estadísticas.
Así pues, de acuerdo a las conclusiones de los investigadores, podemos llegar a la conclusión de que la clave de una relación duradera se encuentra en que haya una diferencia de edad pequeña o inexistente. La razón que puede llevar a que sean las parejas que menos fracasan se debe a que aquellas personas que tienen edades similares acostumbran a compartir más experiencias vitales, referencias culturales y etapas de desarrollo personal.
Amar es mucho más importante que cualquier diferencia de edad entre dos personas que dicen amarse mutuamente, aseguran los expertos. Antonio Bolinches, psicólogo especialista en terapia de pareja, reconoce que la edad es un factor de riesgo en sí que tiene que relacionarse con otros cuatro elementos fundamentales para tener éxito en las relaciones: acoplamiento sexual, carácter complementario, escala similar de valores y proyecto de vida convergente.
Podcast publicado el 20 de abril de 2024
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